Rudolf Spielmann   

El amo del ataque

Rudolf Spielmann está considerado como uno de los más brillantes jugadores de ataque de todos los tiempos, lo que le valió sobrenombres como “el amo del ataque”, “El último romántico”, “El Rey de los Gambitos”, o  “El último  caballero del Gambito de Rey”.

Nació en Viena en 1883, y destacó desde niño, siendo considerado como un niño prodigio. A los 18 años se trasladó a Munich para trabajar pero pronto dejó el trabajo y se dedicó al ajedrez profesional. Pese a lo arriesgado de su estilo de juego  y la dura competencia de su época (coincidió con Capablanca, Alekhine, Rubinstein, Reti, Tartakower, Nimzowitsch…) consiguió excelentes resultados consiguiendo ganar  33 de los 120 torneos, aproximadamente, que jugó y, de las 10 partidas que jugo contra Capablanca ganó 2 y entabló 6 perdiendo las otras 2.

Spielmann, como hemos mencionado, decidió jugar profesionalmente al ajedrez, pese a que era abogado y no era una época muy proclive para ello. Por ello, se convirtió en un autentico vagabundo de los torneos luchando con los organizadores, como posteriormente haría Fischer, por conseguir unos honorarios decentes en los torneos, encuentros y exhibiciones de simultáneas.

Cómo legado nos ha dejado su excelente libro: “El arte del sacrificio”, así como, diversos artículos y escribió la biografía de Schlechter bajo el titulo de “el maravilloso mundo de los finales de torres”.  

Muchas han sido las frases que han adornado a Spielmann;  Reti dijo de él: El pasado ha muerto, pero en la historia del ajedrez Spielmann tendrá un lugar de honor como último mantenedor de la tradición romántica". Pero quizás la mejor definición la dio Le Lionnais   "De entre los jugadores de su tiempo, Spielmann ha sido el mayor demodelor de enroques".

 

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