El prodigio brasileño
Henrique da Costa Mecking
nació en Santa Cruz do Sul (Brasil) el 23 de enero de
1.952 y es, sin duda, el mejor jugador brasileño de todos los tiempos
Mequinho, como es conocido asombró al mundo ajedrecístico
cuando en 1.965, a la edad de 13 años obtiene el Campeonato Brasileño absoluto
que, si bien es cierto que Brasil no era ninguna potencia ajedrecística en esa
época si tenía buenos jugadores. Debido al nivel del Campeonato muchos
escépticos dudaron de si Mecking era una nueva
estrella o uno más de los “falsos niños prodigios” que aparecían sin cesar tras el fenómeno Pomar.
El propio Mecking
se encargó de callar las bocas de los más reacios al clasificarse al año
siguiente para el Interzonal de Túnez tras vencer
brillantemente en el torneo zonal de Sudamérica en el que participaron jugadores de la talla de Panno, Bolbochan, Rubinetti y Pelikan. En dicho Interzonal
quedó el 12º sobre 22 jugadores pero derrotó a Korchnoj demostrando su clase. A partir de entonces
inició una gran carrera siendo uno de los principales candidatos al trono
mundial pero una grave enfermedad truncó sus sueños: la miastenia. Mecking se refugió en la fe católica y se hizo sacerdote
escribiendo incluso un libro titulado “Cómo Jesucristo me salvó la vida”.
En la actualidad Mecking,
ya recuperado de su enfermedad, ha vuelto a competir pero, pese a ser un fuerte
Gran Maestro, no se encuentra entre la élite mundial.