La muerte negra
Joseph Henry Blackburne nació el 10 de diciembre de 1841 en Manchester
(Inglaterra) y falleció el 1 de septiembre de 1924 en la misma ciudad.
Blackburne se interesó por el ajedrez cuando tenía
19 años tras observar una partida de Morphy y, gracias a su extraordinario talento, solo un
año después ya era el mejor jugador de su ciudad. Su padre viajaba mucho debido
a su profesión y el joven Blackburne le acompañaba en
sus viajes y aprovechaba para dar sesiones de partidas simultáneas en aquellas
ciudades que visitaba, siendo su especialidad las simultáneas “a la ciega” que
le dieron una gran popularidad. Se cuenta que durante una de esas sesiones, los
jugadores participantes sabedores de la gran afición de Blackburne
por el wiskhy colocaron una botella en cada extremo.
Pues bien, Blackurne no solo se bebió ambas botellas,
si no que, además, venció en todas sus partidas en un tiempo récord. Con razón
afirmaba que el alcohol aclaraba la mente.
En el año 1866 decidió dedicarse
profesionalmente al ajedrez y pronto fue temido por sus adversarios como un
excelente jugador de torneo y lo bautizaron con el sobrenombre de “la muerte
negra” aunque también le llamaban “la viuda negra”, “la peste negra de Europa” ó ”El príncipe de los jugadores de torneos”. Su fuerza era
tal que a los 72 años aún fue capaz de ganar el Campeonato Británico y en 1914
lo veíamos compitiendo con los mejores en
el torneo de San Petersburgo. Así fue sugerencia suya el empleo de
relojes de ajedrez para las partidas de torneo, idea que tuvo una gran
aceptación entre sus colegas de profesión.
El juego de Blackburne
era eminentemente táctico y siempre jugaba aperturas abiertas. Su gran
imaginación y recursos tácticos le permitían ser, como hemos mencionado, un extraordinario
jugador de torneo, pero sin embargo, esas cualidades se quedaban cortas cuando
tenía que jugar un encuentro a varias partidas contra un mismo oponente debido
a que le faltaba solidez, así por ejemplo fue derrotado por Steinitz
por un contundente 7-0 en 1876