logo

INDICE

 

013 - LO QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE O COMO LOS MOLINA MOLINA SE CARGARON UN SUEÑO.

CRONICA 013 - PUBLICADA EN EL 2008

   Ultima ronda del campeonato por equipos de 2º división. Casino Cultural de Alcantarilla. 16:30 Horas. Encuentro E.C.A San Roque de Blanca vs C.A. Mar Menor “B”.
   Desde que salieron los emparejamientos de la última ronda, nuestro equipo “B” se las prometía muy felices tras ver que nos tocaba jugar contra el San Roque o lo que es lo mismo, Alejando Pons y los Molina Molina, toma ya.

 

BREVE HISTORIA DE LOS MOLINA MOLINA


   En el instituto tenia un profesor de Literatura, Don Jesús, que decía: “…. a quien nombre no tenia, García le ponían.” Pues bien, trasladando este dicho al pueblo de Blanca, se diría: “…. a los que ajedrez jugarían, Molina Molina le ponían”.
   La estirpe de esta familia consagrada al noble arte del ajedrez se remonta a la más antigua saga de jugadores íberos que habitaban las colinas de lo que hoy en día se conoce como Blanca. De la época de la dominación romana se tiene constancia por antiguos legajos de la existencia de una familia, los Molinum Molinum, dedicada exclusivamente al estudio del ajedrez. Vinieron los Visigodos y los Molinum Molinum siguieron enroca que te enroca. En los 700 años de ocupación mora se tiene constancia que esta familia domino los “Open” de la comarca sin ningún problema. Se tiene constancia de uno de los primeros torneos de ajedrez disputados en Blanca, sobre el 1101, en donde los 356 participantes se apedillaban Mholinu Mholinu. Con la reconquista empezó el declive de esta insigne familia en el dominio del ajedrez blanquito. Las ultimas noticias sobre jugadores de la familia Molina Molina se remontan a la ocupación de las tropas Napoleónicas, donde fueron muy nombradas las noches en que miembros de esta familia amenizaban las noches a los guerrilleros en la sierra con grandes partidas de ajedrez.
   Desde entonces se perdió la pista a esta grandísima estirpe de jugadores, se cree que algunos marcharon a las Americas donde siguieron jugando al ajedrez, algunos creen haber visto alguno que otro Molina Molina en las colonias de Cuba y Filipinas, pero llego el siglo XX y se perdió definitivamente la pista a los componentes de esta familia.
   No fue hasta el siglo XXI, cuando varios hermanos, cinco, llamados Molina Molina comenzaron a rememorar las antiguas victorias de sus antepasados en este juego.

 

SE MASCA LA TRAGEDIA


   Recuerdo estar comiendo en Lorca con el resto de jugadores de nuestro club hablando de la posibilidad de ganar 4-0 a los de Blanca, o mejor dicho, a los Molina Molina. Ya había jugado antes con estos hermanos en el Open de Librilla, jugué con 3, ganando a dos y entablando con el último.
   Nos las prometíamos muy felices de camino a Alcantarilla, e incluso hablábamos de la posibilidad de llegar a los puestos de ascenso a 1ª división, vaya grupo de ilusos. Pues bien, llego la hora de la verdad y como no podía ser de otra manera allí estaban los Molina Molina y Alejandro. Me recordaba a una típica estampa cinematográfica de película del oeste, donde dos grupos de vaqueros y pistoleros se enfrentaban en un duelo, en aquel momento incluso creí oír el sonido de caballos y de fondo la música compuesta por Morricone para la película El feo, el bueno y el malo.
   José Francisco fue el único que no le toco un Molina Molina, y fue el único que puntúo, con medio punto, y gracias. Pedro, Paco y Eduardo, menudo trío, perdieron, bueno mejor dicho fueron destrozados, avasallados, por los Molina Molina, y menos mal que el Molina Molina que me toco a mi no era uno de los hermanos Molina Molina, vaya papelón que hicimos aquella tarde, o mejor dicho, vaya ridículo.
   Y así acaba la historia del Mar Menor “B”, que estuvo a punto de conseguir un resultado histórico en este campeonato, sino fuera por ese último escollo, por esta última ronda, sino fuera por los Molina Molina.

 

 

 


Todos los derechos reservados. Club de Ajedrez Mar Menor