Pesima actuación, por decir algo agradable, de nuestros cinco representantes en el V Torneo Encrucijada entre dos Reinos.

La verdad es que no fue un buen torneo para ninguno, solo se salvo Francisco Jiménez Ramallo, y casi no se salva, jejeje.

Pobre, muy pobre la actuación de José A. Soto, eso si, con solo una derrota, pero con 4 tablas que le dejan sin 27 puntos de Elo, todo un record para el. Comenzó bien la jornada del viernes, pero luego tuvo dos huesos duros que roer, Alejandro Castellanos y Jaime Borja, la derrota ante Francisco R. Mateos es simplemente una anecdota, ya que Mateos estuvo en la gloria todo el torneo. La jornada del domingo termino con mas tablas, ante rivales que debería haber "atracado", de mala manera, como casi siempre.

Mala temporada lleva nuestro compañero que no levanta cabeza desde el Campeonato Regional Absoluto, tocando techo, por ahora, en su ajedrez.

Tampoco tuvo su torneo nuestro compañero José A. Moya, que se deja otros 28 puntos de Elo en este torneo.

La jornada del viernes vio como Moya gano su primera partida, sin mas complicación y entablo una partida muy igualada contra Juan R. García Orenes. La jornada del Sábado comenzó con el jugador revelación de este verano en el ajedrez murciano, el jumillano Francisco Piqueras, que dio buena cuenta de nuestro compañero. Despues vinieron dos victorias fáciles ante rivales inferiores en ranking. Pero la jornada del domingo fue malisima para José Antonio, con otros dos jugadores jovenes de los denominados "cocos-Elo", de esos que fácilmente te pueden ganar una partida y te quitan hasta la sangre, como le paso a Moya, que solo en esas dos ultimas partidas perdió 23 puntos de Elo.

Torneo para olvidar, ahora toca pensar en el futuro. Una pena, ya que José Antonio venia muy bien despues de un buen torneo en Almansa.

El único que salvo los muebles del club, con 3 puntos. Comenzó de vicio Francisco en su partida con Javier Portillo, al que una vez mas le aguanto de maravilla. Peor fue su segunda ronda, donde quizás el cansancio tuvo algo que ver con su derrota.

En la jornada del sábado saco el par, con una victoria, una derrota y unas tablas ante José J. Moreno "Wachi-Wachi".

Lo mejor vino en la jornada del domingo con una sufrida victoria ante nuestro amigo almeriense José Lopez Soler, y unas bonitas tablas contra Antonio Porlan.

Buen torneo, sin mas, ni flores, ni varazos.

Lo de Cayo no tiene apelativos, pierde hasta el alma en Elo, 32 puntos, despues de conseguir solo dos victorias, y una porque no se presento el contrario. Malisimo, pésimo, el torneo de Cayo, que comenzó muy bien, plantandole cara a Juan A. Ponce, para luego escaparsele una partida contra Pablo Galian.

El sábado no fue mejor, aunque venció en su primera partida despues obtuvo dos derrotas con jugadores muy noveles, aunque asequibles.

El domingo fue peor, si cabe. La verdad es que levantarse un domingo temprano para jugar dos partidas y que el primer adversario no venga te deja un poco descuadrado, pero no es disculpa para el error que cometió Cayo en su ultima partida contra el joven de Mataro, Alexandre Bonada, y menos mal que no tenia Elo, si no, a estas horas nuestro compañero hubiera bajado casi el medio centenar de puntos de Elo.

Mal torneo para Cayo, una pena. Otra vez sera.

Una pena lo de nuestro amigo Pelayo, que perdió las cinco primeras partidas, perdiendo al final 30 puntos de Elo, todo un mundo. Solo en la jornada del sábado pudo, y con problemas, solucionar un poco la cosa, venciendo en las dos ultimas partidas.

Demasiado anárquico el juego de nuestro compañero en partidas largas, donde siempre se deja alguna jugada intermedia. Lo bueno es que solo puede mejorar, y seguro que lo hara. Una pena mas, leches parece esto un convento de monjas, con tantos lloros, jejeje. En fin que Pelayo tendrá que esperar a otra ocasion para jugar como el sabe.

 

Y bueno, se acabo el llorar, que parecemos la Macarena. La verdad es que no fue un buen torneo para los nuestros, pero no pasa nada, jejeje, vaya consuelo. Ahora solo falta tener un poco de cuidado cuando me tope con ellos, ya que seguro que me echaran un bonito piropo, cuando no se acuerden de parte de mi familia, jejeje. Ellos saben que todas las criticas se las digo con cariño, jejeje. Ahora solo falta esperar la próxima cita, a ver si en vez de llantos celebramos victorias.