COCINEROMAN

 

     ¿Que es aquello que se ve junto a esa minúscula barbacoa?, ¿es Arguiñano con su perejil?, ¿Es el pesao del programa del ultimo superviviente?, ¿Es Jordi Dan?, noooooooooooooooooo, es ¡¡¡¡COCINEROMAN!!!!.

 

     Era se una vez que se era, en un pequeño rincón de un olvidado Reino de Iberia, en el que vivía un humilde hombre. Por el día iba a trabajar, ufffffffffffff, bueno es que es funcionario así que debería cambiar la palabra, empezamos otra vez. “Ripitimos”. Por el día iba a pasar la mañana, con otros desocupados, paseando en un camión de allí para aca, parando para desayunar, almorzar, tomar el te de las 11:45, el café de convenio, el cigarrito de costumbre, dormir un poco la siestas de antes de la una, en fin, esas tareas tan duras que hacen los funcionarios en este pueblo, de cuyo nombre ni quiero, ni debo acordarme. Bueno, en fin, resumiendo, que pasaba desapercibido durante todos los días del año. Pero algunos días, sobre todo los domingos, cuando había torneos de ajedrez o había alguna fiesta con barbacoa, este humilde hombrecillo cambiaba su aspecto por el de CocineroMan, toma castaña. Junto a su inseparable compañero, El HombreMenu, se encargaba de la misión más importante cuando hay un torneo de ajedrez, o una fiesta, organizar la pitanza. Que mas da que te hayan dado mate en dos jugadas, o que te hayan cazado la dama 10 veces en ocho partidas, lo importante al final siempre es lo mismo, la jala. Y es que encontrar un sitio donde se coma bien y abundante, y a poder ser barato, siempre ha sido la misión de estos dos superhéroes del C.A. Mar Menor.

 

 

CocineroMan y el HombreMenu, con sus trajes de superhéroes.

 

     Y es que el mundo de los superhéroes esta ya muy saturado después de tanta película mala sobre el tema. Como podéis ver en la siguiente imagen, los superhéroes no son lo que eran. Flash sigue siendo el mas rápido, en irse de baretas como no. Batman y Robin ya no están para muchos trotes, sobre todo el hombre murciélago. Superman se ha convertido en un vividor empedernido. Y que decir de Spiderman, sin comentarios. Thor se ha pasado de peso, gracias a su adición a la cerveza. En fin que ya no son lo que eran. Menos mal que todavía queda algún que otro superhéroe.

 

Que pena de superhéroes.

 

AQUEL DIA DEL OPEN DE LOS INFIERNOS

     Pero mira tu por donde, que en el día mas importante del año para nuestros superhéroes locales, la feliz pareja se rompió en mil pedazos y es que el HombreMenu no pudo asistir este año al gran Open Internacional de Ajedrez. En el ambiente se mascaba la tragedia, muchos no saben que hacer, otros traían un bocadillo de casa por si las moscas. Pero allí estaba el, solo ante el peligro, como Indiana Jones, como el Cordobés, solo ante 14 miuras hambrientos y con gana de comerse a su padre por los pies. Era ¡¡¡¡COCINEROMAN!!!!, el terror de las barbacoas.

 

     Sin exagerar estábamos a 50 grados a la sombra, mientras nuestros superhéroe comenzó a preparar la pitanza del torneo, sin sombrillica, ni sombrero de paja, ni na de na, cantando aquella copla tan refrescante del “Soy minero….”, y con una botella de Chinchon seco marca “Hacerdaño de Verdad”. Hay estaba, dándole que te pego al cordero, al pollo, al cerdo, pasando esos choricicos bien por la parrilla, mimando esas salchichicas ricas, dándole el punto justo a las costillicas de cordero lechal, ufffffffffff que hambre me esta entrando.

 

     Solo, solo y sin ayuda, solo y sin su compañero del alma. Un hombre solo, un superhéroe, un hombre como quedan pocos a este lado del Segura. De fondo, para darle animo, sonaba la banda sonora del torneo, con títulos tan bonicos y de gran actualidad como: “El torito Bravo”, del mítico Fary, “Dame veneno que quiero morir”, de los Chichos, o eran de los Chungitos, es igual, “Antes muerta que sensilla” de la cría esa, “El chiringuito” y “El negro no puede” del gran Jordi Dan y como no la canción oficial del torneo, compuesta para este evento, la del Koala, esa que dice “Opa, quiero hacer un Corral”.

 

     Pero de pronto todo se complico, “Los Asquerosos Tragones”, los malutos de la película, se habían comido todas las reservas de pan en el almuerzo. No había ni una migaja para la comida, y ya se sabe, comer sin pan, no es comer, si no que se lo digan a todos los que salen de algún restaurante chino con esa cara de hambre que no se puede aguantar. Por un segundo nuestro héroe duda, una gota de sudor frió corre por su frente, se le han complicado las cosas y encima esta solo, sin su compañero del alma. ¿Qué hacer?, ¿Aquien pedir ayudar?, ¿Dónde encontrar pan un domingo en los Infiernos?. Y de repente, de la nada, tachatachan tachannnnnnnnnnnn, aparece el Capitán Panadero, el que faltaba para el duro. De un salto montaron los dos en el Cocineromovil C-15 Maqueao Special y en menos que canta una chicharra ahí estaban nuestros amigos con 20 barras de pan, bien blanditas, preparadas para la pitanza.

 

     Objetivo cumplido, todo acabo. En la mesa algún que otro comensal se tiene que quitar la correa del pantalón porque no puede mas, otros rompen una tras otra las sillas al sentarse en ellas, algunos están fumando el Farias de cortesía mientras que en una mano sujetan un palillo y en otra su copa de coñac Carlos XXX.

 

     A lo lejos, se ve una silueta rasgada por el sol poniente, caminando hacia el horizonte, sabiendo que ha cumplido con su sagrado deber. Es nuestro hombre, es nuestro héroe, es nuestro superhéroe, es, COCINEROMAN.

 

NUESTROS SUPERHEROES

                        

                                    El HombreMenu                                   CocineroMan                                       El Capitán Panadero

 

 

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