Se cuenta la historia de un Gran
Barón que avasallaba a los aldeanos de sus dominios obligándoles a jugar con él
y jactándose de ser el mejor jugador del reino. Sucedió que, un día, llegó a la
aldea un caminante que había tenido la oportunidad de jugar en sus viajes. Al
conocer la denigrante situación decidió defender el honor de los pobres
aldeanos jugando con él una partida para vengarlos.
La partida se concertó para el domingo
por la mañana en la plaza mayor y asistieron todos los vecinos de la aldea. El
arrogante Barón ofreció la ventaja de una pieza antes de comenzar la partida
pero el joven se negó.
La suerte quiso que el Barón
dispusiera de las piezas negras y nuestro amigo comenzó el juego:
1. Cc3 e5 2. Cf3 – Pero
usted no sabe que tiene que mover los peones al principio de la partida –
exclamo el Barón 2...d6 3.d4 – No se preocupe por mí y
juegue – contestó el viajero. 3...
Cc6 4.d5 Cce7 5.e4
f5 6. Ag5 h6 7.
Ah4 – Bueno, ahora gano el
alfil – dijo el Barón 7...g5 8. Cxe5 – Y ahora
el caballo, esto va a ser muy fácil – comentó el noble. 8...dxe5
9. Dh5+ Rd7
10. Axg5 – Bien jugado, parece que no juega usted tan mal 10...Ag7 11. Ab5+ Rd6 12. Ae3 f4 – Ese alfil ¡que se vaya lejos! 13. Axf4 -Me lo regala, bueno, pues me lo como. 13...exf4
14.e5+ Rc5 15. Ca4+ Rxb5 16. De2+ Rxa4 – ¿Se
puede saber a que juega? – preguntó el barón – No se
da cuenta de que casi no le quedan piezas. 17. Dc4+ - Aún tengo mis pobres peones que serán capaces de rematar
el trabajo – contestó el jovén caminante. 17...Ra5
18.b4+ Ra4 19. Db3+ Rb5
20.a4+ Rb6 21.a5+ Rb5 22.c4+ Ra6 23.b5 jaque
mate.
Y así, los humildes peones derrotaron a la nobleza y el barón, tras
su humillante derrota, no volvió a jugar más.
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